Almendra Largueta Piel
Almendra largueta cruda con piel. La almendra largueta, de forma alargada y fina, tiene un calibre mayor que la común. Su sabor es algo más suave. Su piel se desprende con más facilidad, por ello es aconsejable para tostar.
El consumo regular de almendras, según numerosos estudios, conlleva una reducción de los niveles de glucosa y de colesterol, y menores índices de riesgo cardiovascular, y de osteoporosis. La almendra destaca por ser la mejor fuente disponible de vitamina E, un potente antioxidante. Posee un alto contenido en grasas instauradas como el ácido oléico, una grasa cardiosaludable que interviene en el metabolismo de los lípidos y en el equilibrio del peso corporal. A pesar de su aspecto seco, la almendra contiene una gran cantidad de fibra soluble, que confiere sensación de saciedad y mejora la función intestinal. Otros nutrientes destacado de las almendras son el magnesio y el calcio, este último esencial para la prevención de la osteoporosis.
Almendra largueta cruda con piel. La almendra largueta, de forma alargada y fina, tiene un calibre mayor que la común. Su sabor es algo más suave. Su piel se desprende con más facilidad, por ello es aconsejable para tostar.
El consumo regular de almendras, según numerosos estudios, conlleva una reducción de los niveles de glucosa y de colesterol, y menores índices de riesgo cardiovascular, y de osteoporosis. La almendra destaca por ser la mejor fuente disponible de vitamina E, un potente antioxidante. Posee un alto contenido en grasas instauradas como el ácido oléico, una grasa cardiosaludable que interviene en el metabolismo de los lípidos y en el equilibrio del peso corporal. A pesar de su aspecto seco, la almendra contiene una gran cantidad de fibra soluble, que confiere sensación de saciedad y mejora la función intestinal. Otros nutrientes destacado de las almendras son el magnesio y el calcio, este último esencial para la prevención de la osteoporosis.
Almendra largueta cruda con piel. La almendra largueta, de forma alargada y fina, tiene un calibre mayor que la común. Su sabor es algo más suave. Su piel se desprende con más facilidad, por ello es aconsejable para tostar.
El consumo regular de almendras, según numerosos estudios, conlleva una reducción de los niveles de glucosa y de colesterol, y menores índices de riesgo cardiovascular, y de osteoporosis. La almendra destaca por ser la mejor fuente disponible de vitamina E, un potente antioxidante. Posee un alto contenido en grasas instauradas como el ácido oléico, una grasa cardiosaludable que interviene en el metabolismo de los lípidos y en el equilibrio del peso corporal. A pesar de su aspecto seco, la almendra contiene una gran cantidad de fibra soluble, que confiere sensación de saciedad y mejora la función intestinal. Otros nutrientes destacado de las almendras son el magnesio y el calcio, este último esencial para la prevención de la osteoporosis.